Esta nave no está de cabeza, clavada en el suelo, esta vez, una nave estadounidense se ha posado de pie, se paró, este jueves, sobre la superficie lunar, por primera vez en más de 50 años, desde la misión Apolo 17 de 1972, y se ha convertido en la primera misión privada que alcanza la Luna.
Tras un viaje de más de un millón de kilómetros, el módulo Odiseo, de la empresa Intuitive Machines, aterrizó con éxito sobre las 5:23 de la tarde de hoy, (23:24 GMT), en el cráter Malapert A, a unos 300 kilómetros del polo sur lunar, justo la zona donde se sospecha que pueda existir agua, indispensable si se llega a fundar la New York Moon allá por 2137... no sin haber sufrido, esta vez, un par de contratiempos, como suele ser habitual en estas lides. En efecto, rara es la vez que no ocurre una pérdida de combustible o la mal función de algún componente que, o arruinan la misión o, al menos, la debilitan. No olvidemos que a cien grados C bajo cero, un aceite lubricante es cualquier cosa menos un líquido como el que vemos en nuestras cocinas y que, desaparecida la gravedad terrestre, y sometidas las piezas a aceleraciones brutales, las piezas y componentes toman aparentemente sus propias decisiones y no suelen caer "de arriba hacia abajo", como lo hacen en la superficie terrestre. Olvidar estos detalles nimios es caro. Volviendo al suceso, este éxito va a facilitar, por fin, el retorno a la Luna por el ser humano, en la operación Artemis, tal vez allá por 2025 o 2026. Y a partir de entonces, precaución, entre idas y venidas, el hogar y a la vez vertedero lunar empezará su andadura. Porque, ¿ qué mejor sitio para depositar los residuos nucleares o venenosos... ?. Donde llega el hombre, es lo que acaba pasando, al menos hasta ahora..