Año del nacimiento de Jesucristo

[Tinog]

¿Cuál es la fecha más probable para el Nacimiento de Cristo?
Hay dos fechas que se proponen, en función de aclarar y corroborar el año en el que muere Herodes el Grande:
1ª.- Desde mediados del siglo XX, los historiadores consideraron el año 6 A.C. (ó, entre los años 7 A.C. y 5 A.C.), si la fecha en la que murió Herodes había sido en el año 4 A.C. (que, durante los últimos 60 años, fue la fecha considerada). Flavio Josefo menciona un eclipse de luna poco antes de la muerte de Herodes, que el año 4 A.C. ocurrió el 13 de marzo (fue un eclipse parcial, no total); aunque el período de 30 días de luto, que también menciona Josefo, que se llevó a cabo antes de la Pascua de ese año (el 11 de abril), con los días necesarios para llevar los restos de Herodes de Jericó, donde murió, a Jerusalén, no cabrían, incluso si la muerte hubiera sido inmediatamente después del eclipse.
Por otra parte, el año 6 A.C. (ó, finales del 7 A.C.) encajarían perfectamente con la hipótesis formulada por el gran Astrónomo y Cosmólogo Johannes Kepler, quien atribuyó la “Estrella de Belén”, mencionada en el Evangelio de San Mateo (Capítulo 2), a una Conjunción Planetaria. Kepler (Cristiano-Protestante, muy devoto) observó la Triple Conjunción de Saturno y Júpiter con Marte el año 1604, y calculó que esta Triple Conjunción ocurre cada ∾ 805 años (la anterior, el año 799, y antes que ésa: el año 6 A.C., ó finales del 7 A.C.). Es seguro que las Conjunciones Planetarias fueron parte de las observaciones de Cosmólogos / Astrólogos con conocimientos babilónicos, como debieron ser los tres Magos que visitaron a Jesús recién nacido.

2ª.- Hay otro dato que nos da el Evangelio: Lucas 2, 2 menciona que cuando Jesús nació, “Quirino era Gobernador de Siria …. llevándose a cabo un censo por autoridad de Augusto”. (Varios historiadores han sugerido que el mandato de este censo ocurrió al cumplirse 25 años de ser Emperador Augusto -Jubileo de 25 años, fecha en la que se nombra a Augusto: Padre de la Patria- el 25 de febrero del año 2 A.C.).
De más de doscientos censos romanos recogidos por evidencia arqueológica, se puede inferir el curso normal de un censo:
1.- El edicto informaba a la población para que se preparara, y era puesto por los gobernadores provinciales (Quirino, especialista en “alistamiento de tropas e impuestos”, es nombrado Gobernador interino de Siria en el año 4 A.C., puesto en el que permanece hasta verano del 2 A.C.).
2.- La población contaba con un año después del edicto para hacerse censar.
Lucas indica dos Censos de Quirino: el primero cuando nació Jesús (Lc. 2, 2), y el segundo (Hech, 5, 36-37). Para que Quirino haya sido Gobernador durante ambos censos debió haber obtenido un segundo período como Gobernador de Siria; aunque esto es fácil que ocurriera, ya que Quirino se había casado con Amelia Lépida el año 2 A.D. -“Después de Cristo”-, cuando ésta enviudó de Lucius, nieto y heredero adoptado de Augusto.
Fuera del Evangelio de Lucas, no conservamos otro registro de la fecha del primer Censo de Quirino.   
Por otra parte, hay otros datos contundentes que nos confirman el nacimiento de Cristo en el año 2 A.C.: 
La verdadera fecha en la que murió Herodes el Grande fue el año 1 A.C. (que es lo que las últimas investigaciones nos precisan):
La muerte de Herodes el Grande se infiere a partir de la fecha en que murió su hijo Herodes Filipo.  Flavio Josefo en Antigüedades indica que Herodes Filipo reinó durante treinta y siete años y, en los textos que se habían consultado de Antigüedades también se señalaba el año 20 de Tiberio (33/34 A.D.) como el año en que murió Herodes Filipo:  33 A.D. – 37 = 4 A.C., año que se había considerado por la mayoría de los historiadores, desde mediados del siglo XX, hasta ahora, para la muerte de Herodes el Grande (también podría ser: 34 A.D. -37 = 3 A.C.).
Pero, ya en el año 1798, el monje Franciscano Molkenbuhr, en su disertación mencionó haber visto copias tempranas de Antigüedades que indican el año 22  de Tiberio, en vez del año 20 (recorriéndose la fecha de la muerte de Herodes el Grande, a 2 años después: el 2 A.C., ó principios del 1 A.C.).   En 1983 David W. Beyer  dijo que “27 de 46 ediciones tempranas de Flavio Josefo (anteriores al año 1700) mencionan Tiberio 22, y de ellas 24 de las 27 son anteriores a 1544” (el año 1544 fue cuando se publicó -de Imprenta- en Basilea el texto Griego de Antigüedades); más recientemente, en 1993, hallaron otras cinco ediciones tempranas adicionales con Tiberio 22, que se encuentran en el Library of Congress. 
Por otra parte, el eclipse de luna “roja”(*) (eclipse total de luna) que menciona Josefo en Antigüedades: poco antes de la muerte de Herodes el Grande, ocurrió el 10 de Enero del 1 A.C., fecha que cabe con holgura para el período de traslado de los restos de Jericó a Jerusalén y de 30 días de luto (“Sheloshim”, en Hebreo: treinta), antes de la Pascua de ese año (el 7 de abril del 1 A.C.) que también menciona Josefo en Antigüedades.
Hay un dato adicional que se menciona en Antigüedades: Herodes el Grande había muerto: ¨pocos días después del eclipse de luna roja, cuando tenía 70 años; la fecha de nacimiento de Herodes fue en el año 72 A.C.; por lo que su muerte fue: 72 A.C. – 70 años = 2 A.C. (o también principios del 1 A.C.).

Para el caso de La Estrella de Belén, los Asociados para el Conocimiento de las Escrituras  (ASK: Associates for Scriptural Knowledge) en el Capítulo 4º de su publicación: La Estrella Real de Belén explican que los años 2 y 3 A.C. estuvieron repletos de eventos astronómicos, vistos en las latitudes del medio oriente: la mañana del 12 de agosto del 3 A.C. una hora y veinte minutos antes del amanecer Júpiter en conjunción con Venus se “levantó” como la estrella matutina; el 27 de junio del 2 A.C. hubo una conjunción “espectacular” de Venus y Saturno (se veían como una sola estrella luminosísima), y después, el 2 de agosto del 2 A.C., Júpiter dejó su vecindad cerca del sol y se conjuntó con Venus; en agosto 27 del 2 A.C. hubo una triple conjunción de Marte, Venus y Mercurio.   Y, además, el “aparente” movimiento hacia el oeste de Júpiter indicaba a los viajeros del área de Mesopotamia el camino a Judea.
Por otra parte, Mateo 2, 8-9  narra que la Estrella de Belén “se detuvo”, indicando a los Magos, que estaban en Jerusalén, donde estaba el niño (en Belén, 9.6 kilómetros al sur). Es bien sabido por estudiosos de los cielos (Astrónomos/Cosmólogos) que los planetas efectivamente “se detienen (relativamente al movimiento de la tierra)” en su movimiento celeste, esto ocurre (visto desde la tierra) cada vez que cambia la retrogresión y progresión del planeta.

 
(*)  Los eclipses de luna “roja”, no muy frecuentes, siempre son eclipses totales (no parciales); como el que se vio, muy recientemente, la noche del 27 de septiembre de 2015, y transmitió espectacularmente la NASA.






A finales del año 2 A.C. Júpiter llegó a su tiempo normal para cambiar su progresión a retrogresión llegando a su posición normal “estacionaria” y,  muy notablemente:           ¡justo antes del amanecer del 25 de diciembre Júpiter “se estacionó (¡durante varios días, al comenzar, en esta fecha, su movimiento retrógrado!); observándose, desde Jerusalén, directamente sobre Belén, estando justo en medio de la constelación de Virgo”!.  La fecha 25 de diciembre, curiosamente correspondería a la visita de los Magos, no al nacimiento del Niño Jesús (que debió tener ya algunas semanas de nacido). 
Lo relatado por Mateo, si se compagina con lo relatado por Lucas 2, 21-39: Jesús es llevado al Templo para la Purificación, como lo requiere Levítico 12, 2-4, cuarenta días después de nacido, nos permite vislumbrar que La Virgen María y San José habrían decidido quedarse en Belén después del nacimiento y de la circuncisión del Niño (a los ocho días de nacido), por la cercanía con Jerusalén y la parentela que José debió tener en Belén (a un carpintero con parientes le debieron “caer algunas chambitas en Belén”, que le retuvieran el regreso a Nazaret); y, permanecieron en Belén hasta que tuvieron que huir a Egipto, cuando el Ángel los alertó que Herodes, furioso al saberse burlado por los magos, trataría de matar al niño.

[Tinog]

¿Cómo llegamos a la cronología que hoy empleamos, y por qué hubo confusión en la fecha del nacimiento de Jesucristo?:

Las cronologías más usadas en la época en que vivió Jesús eran dos: 1.-El año del reinado del emperador (Augusto o Tiberio); y,  2.- El año desde la fundación de Roma.
En el Siglo VI, el Monje Dionicio el Exiguo, que vivía en Roma, utilizó los siguientes dos pasajes del Evangelio según San Lucas para determinar en qué fecha había nacido Jesús:
 1.- (Lc. 3, 23) que dice que Jesús “cuando su bautismo tenía unos treinta años”, y,
 2.- (Lc. 3, 1-4) que dice que Juan empezó a predicar en el año 15 de Tiberio; y, sabiendo que Jesús empezó a predicar al año siguiente; y que Augusto había muerto el 19 de Agosto del año 767 de la fundación de Roma, hizo el siguiente cálculo simple:
767 + 1 + 15 + ¿1?  - 30  = 754 (¿ó, finales  del 753?) “año desde la fundación de Roma en que nació Jesús según Dionicio el Exiguo”  y, desde entonces utilizamos una nueva cronología: A.C. (Antes de Cristo), y,  A.D. (Annum Domine, o Después de Cristo); pero, Dionicio no sabía, ni tomó en cuenta, que Herodes el Grande ya había muerto en ese año (y que además: “unos treinta años” no significan que sean treinta años exactos).  La equivocación patente de este cálculo nos obliga a considerar otros datos para poder precisar las fechas:
1.- Otro pasaje del Evangelio según San Juan, (Jn 2, 20) nos precisa el primer año de la predicación de Jesús, cuando sacó del templo de Jerusalén a los mercaderes le preguntaron a Jesús los judíos que ¿con qué autoridad obraba así?, respondiéndoles Él: “Destruid este templo y Yo en tres días lo reedificaré” , y ellos a su vez le replicaron: “Cuarenta y seis años se han gastado en la edificación de este templo ¿y Tú lo has de levantar en tres días?”….. Herodes inició la reconstrucción del templo en el año decimoctavo de su reinado, y al agregarle 46 años nos lleva al año 28 A.D. (no al año 30/31 A.D.).
2.- Tiberio fue asociado al trono imperial dos años antes de la muerte de Augusto -ya anciano (cuando éste se retiró a vivir a Tarraco, actualmente Tarragona en Cataluña)-. Por ello, el año 15 de Tiberio (767 – 2 +15 = 780) corresponde al año 27 A.D. (cuando comenzó a predicar Juan el Bautista) y, al siguiente año que Juan Bautizó a Jesús y Éste empezó a predicar, corresponde al mismo año 28 A.D. del punto 1.- anterior.
Las otras fechas, muy probables con estos datos, son las de la Crucifixión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, que nos llevan al viernes 7 y domingo 9 de abril del año 30 A.D.

Estos datos, junto a lo que he planteado antes de esta respuesta, nos explican las equivocaciones, para llegar de una manera inequívoca a la fecha del nacimiento de Jesucristo en el año 2 A.C..

[agustin44]

   Saludos tinog:

   Coincido con los datos históricos que mencionas en tus dos mensajes anteriores, y agrego otros datos que pueden precisar más la fecha del nacimiento de Jesús:

   1.- La NASA da detalles de 8 conjunciones de Júpiter entre los años 3 y 2 A.C.; estas conjunciones fueron dobles, y triples (especialmente si se consideran las conjunciones de Júpiter con la estrella Régulus).

   2.- Las siguientes consideraciones permiten plantear dos hipótesis sobre los meses más probables para el nacimiento de Jesús, en el año 2 A.C.:
   INFORMACIÓN QUE PROPORCIONA EL EVANGELIO:
   Otros datos indican cuándo concibió la Virgen María a Jesús:
   La anunciación a Zacarías (Lc 1,5): “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del turno de Abías, cuya mujer ….se llamaba Isabel”; había 24 grupos (el de Abías era el grupo al que le correspondía el 8º turno por su orden de servicio, según explica el 1er Libro de Crónicas: 24, 7-18); empezaban los grupos a servir, cada año, en la 1ª semana del año, el 1 de Nisan, y todos los grupos colaboraban en las tres semanas de fiestas (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos); por lo cual, las semanas: 3ª, 10ª y 28ª eran de fiestas, donde colaboraban todos los grupos. El año 3 A.C. el 1de Nisan fue el 17 de marzo de nuestro calendario; Pascua fue del 30/marzo al 5/abr., Pentecostés fue del 19 al 25/mayo, y Tabernáculos fue del 24 al 30/sep.; y, las 2 semanas que correspondieron al 8º turno de Abías fueron: la semana del 12 al 18/mayo, y la semana del 10 al 16/nov..
   Como Lucas (1, 39) detalla que: “En aquellos días se puso María en camino con presteza …” a visitar a su parienta Isabel, (¿al poco tiempo*?) después de haber Concebido a Jesús, y permanece con ella: “como unos tres meses y volvió a su casa (¿*se quedó al nacimiento de S. Juan B.?)”; y también detalla Lucas (1, 36) que: Concibió la Virgen María cuando Isabel estaba en el 6º mes de gestación (es decir, que aún faltaban entre 3 y 4 meses para que naciera S. Juan Bautista), entonces Zacarías e Isabel debieron engendrar a S. Juan B. a finales de mayo o principios de junio del 3 A.C., al regresar Zacarías del turno de Abías del 12 al 18 de mayo y de haberse quedado la semana siguiente de Pentecostés, del 19 al 25 de mayo. La otra semana de turno de Abías (del 10 al 16 de noviembre), y la semana de la fiesta de Tabernáculos, estarían demasiado tarde para el 6º mes de embarazo de Isabel + los 9 meses del de María, y para que Jesús naciera en el año 2 A.C..
   Pero, como en (Lc 1, 26) La Anunciación a la Virgen María fue en el 6º mes: Zacarías …”Cumplidos los días de su servicio, volvióse a su casa. Y después de algunos días concibió Isabel, su mujer, que se ocultó cinco meses, diciendo: Porqué así ha obrado conmigo el Señor, al tiempo que le plugo quitar mi oprobio entre los hombres.
En el mes sexto (Lc 1, 26) fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret a una virgen …” (Lc 1, 23-27),  aquí me queda la duda de si Lucas habla en (1, 26):
   1ª Hipótesis: del 6º mes judío del año 3 A.C. (entre el 13 de agosto y el 9 de septiembre) , en cuyo caso no encajarían las fechas de los turnos antes indicados; o,
   2ª Hipótesis: Lucas no se refiere al 6º mes judío en (Lc 1, 26), sino al 6º mes de embarazo de Isabel; ya que Lucas lo refiere también al 6º mes de gestación de Isabel cuando el ángel Gabriel le anunció a María su Inmaculada Concepción (Lc 1, 36); entonces, el “punto y aparte” en Lucas parecería apuntar (¿no sé si necesariamente?) a la 1ª Hipótesis; pero, si fuera “punto y seguido”, sin duda apuntaría a la 2ª Hipótesis).

   INFORMACIÓN HISTÓRICA COMPLEMENTARIA:
        -Según Flavio Josefo: Herodes es nombrado Gobernador de Judéa el año 47 A.C., a los 25 años, y murió habiendo cumplido los 70 años (pocos días después del eclipse de luna roja, que mencionas en tus mensajes: del 10/enero/1 A.C.). Por lo tanto: 47 + 25 = 72 A.C., año de nacimiento de Herodes (y,72 - 70 años cumplidos = a finales del 2 A.C., y también a principios del 1 A.C., como mencionas).
        - Tertuliano, el año 198 A.D. escribió que Augusto murió cuando Jesús tenía 15 años (murió el 19/agosto/14 A.D., por lo cual Jesús ya habría nacido en agosto del 1 A.C., o antes: a finales del 2 A.C.). También otros dos Padres de la Iglesia: Ireneo de Lyon, y Eusebio de Cesárea datan el nacimiento de Jesús en el año 2 A.C..

   CONCLUSIONES SOBRE EL NACIMIENTO DE CRISTO:
        - Si es correcta la 2ª Hipótesis, S. Juan B. debió nacer alrededor del 1º de marzo del 2 A.C., ya que justo antes, o justo después del 1º de junio del 3 A.C. lo habría concebido Isabel. Y, por lo tanto, la Inmaculada Concepción de la Virgen María (el 6º mes del embarazo de Isabel), habría sido entre principios de noviembre del 3 A.C. y finales de noviembre o principios de diciembre del 3 A.C.; por lo cual Jesús debió nacer durante el mes de agosto o principio de septiembre del año 2 A.C..
        - Si es correcta la 1ª Hipótesis, la Inmaculada Concepción  de la Virgen María (el 6º mes del calendario judío) debió haber ocurrido entre el 13 de agosto y el 9 de septiembre del año 3 A.C.; por lo cual el nacimiento de Jesús habría sido en el mes de mayo o principios de junio del 2 A.C..

[deneb]

En efecto, en los Evangelios hay a veces indicaciones o detalles que pueden aclarar algunas dudas sobre fechas y similares. Cuando el evangelista San Lucas cita a los pastores de los contornos de Belén cuidando sus rebaños por las noches podria estar dando una pista sobre las fechas del calendario más adecuadas para estos menesteres, que no son precisamente las que rodean el solsticio de invierno. Se ve más natural que fuera en meses de buen tiempo, tal vez verano o comienzos del otoño. Tampoco parece que el viaje a Belén y el nacimiento en un humilde pesebre, que el arte popular y la tradición belenística representan en un destartalado corral o albergue, casi al raso, fuera un escenario soportable en pleno invierno, aunque pudiera llegar a serlo, en el límite, en verano...Fuera como fuere, aprovecharemos estos días de Navidad para felicitar al Señor por su cumpleaños, aunque no seamos demasiados en nuestra sociedad y, para refirmarlo, mañana colgaré en mi balcón, tengo uno, una tela con la efigie de la Sagrada Familia. Sería bonito que el domingo, día de Navidad, a la salida del sol, sonara por todo el mundo un inmenso coro de ángeles felicitando al Señor. Ya se que mi voz desentonaría, pero estaría encantado de acompañarles. A ver si se animan algún año y nos sorprenden...
Por cierto, esta noche se ha dado la noticia de que  en Ucrania plantean cambiar la fecha de Navidad ortodoxa rusa, el siete de enero, a nuestro 25 de Diciembre. No creo que se precise aclaración alguna...

[cefas]

Acerca de la fecha real del nacimiento de Cristo, traemos aquí un extracto de un artículo que parece tratar este asunto con rigor y claridad. El documento completo puede consultarse en la página Infocatólica.  "Orígenes paganos de la Navidad: un mito sin fundamento histórico"
Javier Olivera Ravasi, el 24.12.18 a las 12:42 PM.                                  En Infocatólica.com
William J. Tighe, profesor de Historia de la Universidad de Muhlenberg, publicó en diciembre de 2003 un análisis sobre el origen de la fecha de la Navidad cristiana en el 25 de diciembre, negando que se tratase de una fecha que buscase suplantar una fiesta pagana previa, como acusan a veces algunos neopaganos, ciertos grupos protestantes y revisionistas históricos.
“Los orígenes paganos de la Navidad son un mito sin fundamento histórico", asegura, y como especialista en los siglos XVI a XVIII puede localizar a los personajes que se inventaron esta idea del “origen pagano": el protestante alemán Paul Ernst Jablonski y el monje francés Jean Hardouin.
Publicamos aquí su análisis completo traducido de la revista ecuménica “Touchstone".
Calculando la Navidad: la auténtica historia del 25 de diciembre
por William J. Tighe
Hay cristianos que opinan o creen que el cristianismo celebra el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre porque los padres de la Iglesia se apropiaron de la fecha de un festival pagano. Casi nadie da importancia a este hecho, excepto algunos grupos marginales de evangélicos americanos, que parecen interpretar que ello convierte a la Navidad en un festival pagano.
Sin embargo, resulta interesante saber que la opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario que nada tenían que ver con los festivales paganos.
Fue más bien al contrario, ya que el festival pagano del “Nacimiento del Sol Invicto", instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue casi con toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos. Así pues, “los orígenes paganos de la Navidad” son un mito sin fundamento histórico.
Al parecer,  la primera prueba de una celebración cristiana en 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma, algunos años después de Aureliano, en el año 336 d.C., pero sí hay pruebas del Este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.
[Tighe no lo detalla, pero un ejemplo claro es el de Sexto Julio Africano, escritor cristiano que en el año 221, en sus Chronographiai, ya establece que Jesús se encarnó en 25 de marzo (por lo que nació 9 meses después, en 25 de diciembre). Esto lo escribe medio siglo antes de que en el 274 Aureliano cree una fiesta para el 25 de diciembre en Roma. Nota de ReL].
¿Y cómo ocurrió todo esto? Parece haber una contradicción en la fecha de la muerte del Señor entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan. Los sinópticos la situarían en la Pascua de los judíos (después de la Última Cena la noche anterior), mientras que Juan la describiría en la Víspera de la Pascua, en el momento en que los corderos eran sacrificados en el Templo de Jerusalén para el ágape que tendría lugar después de la salida del sol ese mismo día.
La solución a esta cuestión implica contestar a la pregunta de si la Santa Cena fue un ágape pascual o una cena que tuvo lugar un día antes, lo cual no estudiaremos aquí. Basta con decir que la primitiva Iglesia siguió a Juan y no a los sinópticos y, por tanto, creyó que la muerte de Cristo había tenido lugar el 14 Nisán, de acuerdo con el calendario lunar judío.
Por cierto, los estudiosos modernos se muestran de acuerdo con que la muerte de Cristo podría haber tenido lugar en el año 30 o en el 33 d.C., ya que éstos son los únicos años de esa época en los que la Vigilia de Pascua podían haber caído en viernes. Las posibilidades son, por tanto, el 7 de abril del 30 o el 3 de abril del 33.
Sin embargo, dado que la Iglesia primitiva fue forzosamente separada del judaísmo, entró en un mundo de calendarios distintos y tuvo que instaurar sus propios momentos para celebrar la Pasión del Señor, en parte también para independizarse de los cálculos rabínicos de la fecha de Pascua.
Por otra parte, como el calendario judío era un calendario lunar que constaba de 12 meses de 30 días cada uno, cada pocos años debía añadirse un mes decimotercero por un decreto del Sanedrín, para mantener el calendario sincronizado con los equinoccios y los solsticios, así como para evitar que las estaciones se fueran “desviando” hacia meses inapropiados.
Aparte de la dificultad que debieron tener los cristianos en investigar, o quizás en ser bien informados sobre las fechas pascuales en un determinado año, el hecho de seguir un calendario lunar diseñado por ellos habría dispuesto en su contra tanto a judíos como a paganos, y seguramente también les habría sumido en inacabables disputas entre sí mismos.
El siglo II vio fuertes disputas sobre si la Pascua tenía que caer siempre en domingo o en cualquier día de la semana dos días después del 14 Artemision/Nisán, pero haber seguido un calendario lunar no habría hecho más que agravar estos problemas.
Estas divergencias eran interpretadas de distintas maneras entre los cristianos griegos de la parte oriental del imperio y los cristianos latinos en la parte occidental del mismo. Parece ser que los cristianos griegos quisieron encontrar una fecha equivalente a su 14 Nisán en su propio calendario solar y, dado que el Nisán era el mes en el que tenía lugar el equinoccio de primavera, eligieron el día 14 de Artemision, el mes en el que el equinoccio de primavera caía invariablemente en su propio calendario. Alrededor del 300 d.C., el calendario griego fue solapado por el romano y, como las fechas de principio y final de los meses en estos dos sistemas no coincidían, el 14 Artemision se convirtió en el 6 de abril.
No obstante, parece que los cristianos latinos del siglo II en Roma y África del norte querían establecer la fecha histórica en la que murió Jesús. En la época de Tertuliano [c.155 -220 d.C.] habían concluido que murió en viernes, 25 de marzo del 29. Como nota aparte, debo hacer constar que ello es imposible: el 25 de marzo del 29 no cayó en viernes, y la Víspera de Pascua judía en el 29 d.C. no caía en viernes ni en 25 de marzo, ni siquiera en el mes de marzo.
Cuando los antiguos creían en la “edad integral”
Así pues, en el este, tenemos el 6 de abril y, en el oeste, el 25 de marzo. Llegados a este punto, debemos introducir una creencia que parece ser que se propagó en el judaísmo en el tiempo de Cristo, pero la cual, como no aparece en la Biblia, no han tenido presente los cristianos. Se trata de la “edad integral” de los grandes profetas judíos: la idea de que los profetas de Israel murieron en la misma fecha que la de su nacimiento o concepción.
Este conocimiento es un factor clave a la hora de entender por qué algunos de los primeros cristianos llegaron a la conclusión de que el 25 de diciembre fue la fecha del nacimiento de Jesucristo. Los primeros cristianos aplicaron esta idea a Jesús, con lo que el 25 de marzo y el 6 de abril no sólo eran las supuestas fechas de la muerte de Jesús, sino también las de su concepción o nacimiento. Existe alguna prueba fugaz de que al menos algunos cristianos en los siglos I y II consideraron el 25 de marzo y el 6 de abril como la fecha del nacimiento de Cristo, pero rápidamente prevaleció la asignación del 25 de marzo como la fecha de la concepción de Cristo.
Y es en este día, conmemorado casi universalmente entre cristianos como la Fiesta de la Anunciación, cuando el Arcángel Gabriel llevó la Buena Nueva de un salvador a la Virgen María, con cuyo consentimiento la Palabra de Dios ("Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero, nacido del Padre antes de todos los tiempos") se encarnó en su vientre. ¿Cuánto dura un embarazo? Nueve meses. Si contamos nueve meses a partir del 25 de marzo, es 25 de diciembre; si es a partir del 6 de abril, tenemos el 6 de enero. El 25 de diciembre es Navidad y, el 6 de enero, es la Epifanía.
La Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen cristiano occidental. Parece que en Constantinopla fue introducida en el año 379 ó 380. De un sermón de San Juan Crisóstomo, que en su época fue un renombrado asceta y predicador en su nativa Antioquía, parece que ahí la fiesta se celebró por primera vez el 25 de diciembre del 386. Desde esos centros, se esparció por todo el Oriente cristiano y se adoptó en Alejandría alrededor del 432, mientras que en Jerusalén se asumió un siglo o un poco más después.
Los armenios, solos entre las Iglesias cristianas antiguas, nunca la adoptaron, y hasta hoy llevan celebrando el nacimiento de Cristo, la adoración de los Reyes y el bautismo el 6 de enero.
Por su parte, las Iglesias occidentales fueron adoptando gradualmente la celebración de la Epifanía del este el 6 de enero, y Roma lo hizo entre el 366 y el 394. Pero en Occidente, esta festividad se presentaba normalmente como la conmemoración de la visita de los Reyes Magos al niño Jesús y, como tal, era una fiesta importante, pero no una de las más determinantes. Ello provocaba un fuerte contraste con la posición de la Iglesia oriental, donde sigue siendo la segunda fiesta más importante de la iglesia después de la Pascua.
En Oriente, la Epifanía es mucho más importante que la Navidad. La razón es que la festividad también celebra el bautismo de Cristo en el Jordán y el momento en que la Voz del Padre y el Descenso del Espíritu Santo manifestaron por primera vez a los mortales la divinidad del Cristo Encarnado y la Trinidad de las 3 Personas en un solo Dios.
Una fiesta cristiana
Así pues, parece que el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo no está en absoluto en deuda con las influencias paganas en las prácticas de la Iglesia durante o después del tiempo de Constantino.
Es improbable que fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo, pero surgió estrictamente de los esfuerzos de los primeros cristianos latinos para averiguar la fecha histórica de la muerte de Cristo.
En cambio, la fiesta pagana que instituyó el emperador Aureliano en esa fecha, en el año 274, no sólo fue un esfuerzo para utilizar el solsticio de invierno con el objetivo de hacer una declaración política, sino que, casi con toda certeza, fue también un intento de dar un sentido pagano a una fecha ya importante para los cristianos romanos.