Hoy me he recordado de un enemigo que a veces tenemos en nuestras casas, ese lugar en el que, de ordinario, terremotos y guerras aparte, nos sentimos más seguros. Vamos a dedicar unas líneas a un viejo conocido, del que escribimos muy poco, que casi nunca recordamos, en el que apenas nos fijamos en nuestra vida diaria, y del que es casi imposible escapar, porque es invisible hasta para el microscopio. ¿ De quién hablamos hoy ? Del gas Radón. La exposición prolongada al gas Radón es la principal causa de cáncer de pulmón, después del tabaquismo, y la primera entre los no fumadores. Cada año, 1500 españoles mueren por esta causa. Y se cuela en viviendas. Cómo lo hace?. Vamos por partes:
1.- El radón es un elemento químico, en concreto un gas noble, químicamente poco activo en apariencia... En su forma habitual es un gas incoloro, inodoro e insípido. De número atómico 86 y símbolo Rn. Su isótopo más frecuente tiene 136 neutrones, el Rn222, ( 86+136). Viendo este número de neutrones, con mucha "gente" en el núcleo, debemos sospechar que sea radiactivo. Lo es. Procede de la desintegración del radio, Ra 226.
2.- Hasta aquí, parece un elemento radiactivo, dentro de lo que sospechamos, normalito, uno más de los peligrosos, pero que suelen estar en lugares protegidos ad hoc, laboratorios, ... pero éste vive en nuestras casas. El radón está oculto y difuso en terrenos como los granitos y otras tierras, se difunde desde ellos y se acumula, poco a poco, en sótanos y pisos bajos y, también poco a poco, con sus productos de desintegración, minan la salud de los habitantes de esos lugares y les provocan, a menudo, con esas frecuencias que suelen parecernos sin importancia, enfermedades como el cáncer de pulmón.
3.- Hay regiones, zonas dentro de ellas y circunstancias constructivas que pueden incrementar el peligro de este gas. Naturalmente, las minas de materiales radiactivos pueden y suelen ser las menos saludables, pero hasta los materiales de construcción, a veces importados de lugares lejanos, podrían traer con ellos su carga de radón incorporada... Las cifras reveladas al comienzo son, si son ciertas, que lo parecen, como para dedicarles un poco de atención y tomar alguna medida. Ni fumar, que es un billete premiado a menudo, ni respirar Radón. Afortunadamente, hay un método barato para deshacerse, en buena parte, de este elemento : ventilar. Si tuviera dudas, consultaría a mi médico que, probablemente, me recomendaría, también, buscarme un contador de radiactividad, o alquilarme uno de vez en cuando. En resumen, casi lo mismo, gastando algo más, que haría si encontrara mi sótano infestado de ratones. Un buen gato haría casi gratis ese trabajo, pero por ahora no se ha descubierto la mascota biológica o química que nos proteja así. Lo que más se le parece es un buen ventilador o, si se puede, vivir en un piso alto.