Hoy, en muchos lugares, se ha celebrado la fiesta del Corpus Christi, el Cuerpo de Cristo, en memoria y celebración de su presencia real en medio de nosotros. Y participando esta mañana en la procesión de mi ciudad, me he imaginado una escena semejante, pero hace un par de milenios...
Jesús de Nazaret caminaba, y mucho, por lo que parece, de Judea a Galilea, de Galilea a Samaría, yendo a Jerusalén, volviendo de Jerusalén..., siempre caminos de tierra, barros o polvo, pastos y trigales , olivos y viñas y también alguna higuera infértil, pero casi siempre acompañado de sus discípulos y algunas mujeres, sus fieles que le seguían y le atendían.
Hoy en la procesión, me he incorporado al grupo de fieles que seguían la custodia, con cantos y oraciones. En total, calculo, unas cien o ciento cincuenta personas, bien agrupadas, mientras otras gentes, otros pocos cientos, presenciaban la procesión. Y anoto: 1.- Hace solo treinta años, esta misma procesión era un acto multitudinario en el que participaban miles de personas, en una ciudad de unos cien mil habitantes; 2.- La procesión hoy casi parecía un acto secundario, pues ha sido condicionada y retrasada casi una hora por varios eventos, deportivos, que, oh casualidad, han sido programados interfiriéndola y 3.- Hoy también entre los seguidores cercanos de Jesús había mujeres, y en abrumadora mayoría . En el fondo, y suprimiendo los detalles oficiales del acto, celebrantes, miembros de cofradías abriendo el paso con estandartes ,varas de mando y banda de música, hoy Cristo ha pasado por las calles de mi pueblo, acompañado de un grupo de personas, sus amigos, la mayoría mujeres, mientras el resto se ocupaba en otros asuntos y solo unos cientos miraba desde las aceras, por cierto la gran mayoría sin doblar la rodilla ni señalar con un gesto que conocieran al Maestro... Y he recordado Lucas 18,8 "Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿ encontrará fe en la tierra ?"