Hola Deneb
Me ha gustado mucho tu último mensaje, solo añadiría un par de cosas:
1. En cuanto a tu atinada afirmación:
Si Dios es el Ser que es por sí mismo, completo y perfecto ( El que soy), el Autoser , todo lo demás debe a él su existencia y solo existe en tanto en cuanto él lo crea, incluido el tiempo.
Concuerdo plenamente contigo, pero siendo que Dios es "completo" y "perfecto" como bien afirmas, creo que no estaría mal remarcar lo que incluyo en negrita:
"Si Dios es el Ser que es por sí mismo, completo y perfecto ( El que soy), el Autoser , todo lo demás,
(siempre y cuando sea trate de una entidad, perfección o valor positivos) debe a Él su existencia y solo existe en tanto en cuanto él lo (s) crea, incluido el tiempo".
2. En cuanto a tu texto siguiente:
Y ahí flaquea nuestra mente: vemos el tiempo como algo que incluye a Dios mismo. En cierto modo es como si Don Quijote imaginara a Cervantes alojado necesariamente en la venta donde se aloja él mismo... sin poder suponer que Cervantes sabe , más que sabe, crea, su pasado, su presente noche de los pellejos de vino reventados y hasta la última palabra de su vida de loco soñador.
En cierto modo es como dices y me gusta tu ejemplo, pero, aunque creo que obviamente lo supones, yo creo que vale la pena aclarar que Cervantes
crea el futuro del Quijote y por lo tanto lo conoce de antemano de forma muy distinta a como Dios nos crea y nos conoce, pues nos dota de voluntad libre y autónoma, lo cual evidentemente no ocurre con el Quijote, aunque entiendo que, toda proporción guardada, se trata solo de un ejemplo para ilustrar el punto.
La pregunta entonces es ¿cómo es que Dios, "Ser que es por sí mismo, completo y perfecto (<El que Soy>), el Autoser", conoce de antemano la forma en que emplearemos nuestro libre albedrío?
Y creo que la respuesta está implícita en lo que afirmaste previamente, Dios es el creador del tiempo, por lo tanto el tiempo depende de Dios y no al revés, y como dices:
Saber, saber, los humanos, al menos yo, no sabemos gran cosa. Lo que sabemos lo sabemos en y desde el tiempo, que es algo que nos envuelve y condiciona. Lo sabemos desde una serie de hipótesis previas que suponemos axiomáticas y que damos por ciertas. Lo sabemos condicionado todo a la falsabilidad de los apoyos que suponemos firmes.
Incluso cuando hablamos de Dios y sus capacidades, tomamos como referencia las nuestras, y como límites, aunque no queramos, los nuestros. No negamos a Dios capacidad para conocer el pasado, eso ya lo hacemos nosotros, el presente, ídem, pero dudamos del futuro, porque eso no lo podemos hacer y ni siquiera entendemos cómo es posible hacerlo. Tampoco entiendo, yo al menos, qué cosa sea vivir fuera del tiempo, pero si Dios viviera en él, estaría sujeto a cambios, que son necesarios para poder medir el tiempo y saber de su existencia, y perdería su estabilidad y perfección absoluta, y hasta podría evolucionar. Se me ocurre que tal vez solo existan los cambios y el tiempo lo creemos nosotros como el almacén, una especie de memoria estable , donde poder almacenarlos ordenadamente.
Concuerdo totalmente contigo, y para mí el tiempo puede considerarse también como una medida de la duración del cambio.
c81021 ha escrito mucho sobre el tiempo como
"magnitud virtual (¿o por el contrario física?) ligada al cambio", pretendo en breve responder sus mensajes, ofreciéndole una disculpa por la demora.
Saludos