Autor Tema: ¿La inmutabilidad de Dios supone impasibilidad e indiferencia hacia el hombre?  (Leído 3269 veces)

Fegapa

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Hola a todos,

Al tratar el tema de la inmovilidad de Dios, en varias ocasiones han surgido dudas sobre el hecho de que su inmutabilidad esencial, pueda suponer necesariamente su impasibilidad (incapacidad de padecer o sentir)  o ser un Dios impersonal indolente, absolutamente indiferente e imperturbable ante sus criaturas... en suma un Dios incapaz de relacionarse con ellas y compadecerse de sus problemas, necesidades, dudas existenciales y demás afanes y anhelos que les den un sentido a sus vidas y un apoyo en sus penurias y miserias.

En relación con lo anterior c81021 ha expresado que:  "la idea de un Dios acto puro, motor inmovil. Voluntad eterna que empuja el mundo, nos llevan hacia un Dios impersonal. Parecido al Dios de Spinoza. Al Relojero impersonal einsteniano. Al dios Brahamann, de la filosofía indhuísta. Sin pensamientos articulados. Solo voluntad. Potencia. Como una pila que suministra un voltaje... "       Ver R:63   ¿"La fe en Dios tiene un fundamento irracional"?
http://diosoazar.com/sm_foro/index.php?topic=150.60

La importancia de estos custionamientos me ha impulsado a abrir este tema, abierto al debate, donde cada cual puede expresar sus puntos de vista expresamente sobre este punto.

Saludos
« Última Modificación: Enero 21, 2016, 10:31:54 pm por Fegapa »

Polaris

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Hola, sobre este tema me gustaría recomendar la lectura del libro "El Dios vivo y Verdadero. El misterio de la Trinidad."*.... Su autor el Dr. Luis F. Ladaria es Doctor Honoris causa por la Universidad Pontificia de Salamanca,  arzobispo jesuita español, actualmente Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Dice el Dr. Ladaria

"En los últimos tiempos se ha vuelto a plantear el problema de la impasibilidad de Dios en relación con su inmutabilidad. Frente a la idea ciertamente cuestionable de un Dios únicamente trascendente y que está por encima de las vicisitudes del mundo, se ha puesto de relieve la implicación de Dios en la historia, su participación en los destinos del hombre..." "Pero sobre todo se ha de considerar el hecho de que el Hijo de Dios se ha encarnado, ha compartido por entero la suerte de los hombres, "probado en todo menos en el pecado";  (Heb 4,25; concilio de Calcedonia DS 301). K. Rahner defendió la idea de la inmutabilidad de Dios "en el otro", para tomar en serio la afirmación de Jn. 1,14 "El Verbo se hizo carne".   Es el Logos el sujeto de este hacerse, según la afirmación bíblica, él es el sujeto del cambio y de la transformación, que experimenta en su vida humana, en nuestra historia. El que en sí mismo es inmutable, puede cambiar "en el otro", en la criatura; es decir, puede hacerse hombre, hacerse otra cosa en el tiempo."

Después aclara:

"Esta posibilidad no ha de entenderse como un signo de necesidad interna, de limitación, sino todo lo contrario, el culmen de la perfección divina, que sería menor si el Hijo de Dios no pudiera convertirse en algo más pequeño permaneciendo lo que es. No se trata por consiguiente de poner en duda la perfección divina y la inmutabilidad que de suyo le corresponde, sino de subrayar la capacidad de salir de sí por amor a los hombres. La necesidad de reexaminar el sentido de estas dos propiedades divinas viene de la consideración cristológica. El misterio de la encarnación obliga a reflexionar sobre el sentido de la inmutabilidad divina, el de la cruz sobre el de la impasibilidad. Se ve así la relación íntima que hay entre los dos. En realidad sería tal vez más adecuado reintroducir la noción bíblica de la "fidelidad" de Dios a sus designios de amor, que duran de edad en edad (Sal. 33,11), en medio de todas las vicisitudes de la historia humana".,,, "¿Puede Dios permanecer insensible al dolor, a la soledad, de Jesús su hijo en la cruz? ¿Y al sufrimiento de tantos hijos suyos en su Hijo a lo largo y a lo ancho de los tiempos y los lugares?"


*Luis F. Ladaria . "El Dios vivo y Verdadero. El misterio de la Trinidad." P. 393 y 394 - Secretariado Trinitario, Salamanca. 1998 Primera edición, 2000 Primera Reimpresión. ISBN 84-88643-40-3

Saludos

Fegapa

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Hola a todos,

Lo mencionado por el Dr. Ladaria en el mensaje anterior de Polaris, expresa desde el punto de vista cristiano, con enorme lucidez la razón por la cual, la inmutabilidad esencial de Dios no implica su impasibilidad ante el sufrimiento y la precaria situación del hombre en el mundo.

Repito un fragmento de lo dicho por el Dr. Ladaria:

"No se trata por consiguiente de poner en duda la perfección divina y la inmutabilidad que de suyo le corresponde, sino de subrayar la capacidad de salir de sí por amor a los hombres... El misterio de la encarnación obliga a reflexionar sobre el sentido de la inmutabilidad divina, el de la cruz sobre el de la impasibilidad. Se ve así la relación íntima que hay entre los dos. En realidad sería tal vez más adecuado reintroducir la noción bíblica de la "fidelidad" de Dios a sus designios de amor, que duran de edad en edad (Sal. 33,11), en medio de todas las vicisitudes de la historia humana"... ¿Puede Dios permanecer insensible al dolor, a la soledad, de Jesús su hijo en la cruz? ¿Y al sufrimiento de tantos hijos suyos en su Hijo a lo largo y a lo ancho de los tiempos y los lugares?"

La respuesta a las últimas dos preguntas del texto anterior del Dr. Ladaria, para quienes a lo largo de los últimos 21 siglos hemos creído que el Ser revelado de Dios sobre sí mismo consiste en una Trinidad de personas bajo una misma esencia divina, es negativa. Dios no puede permanecer insensible al dolor, a la soledad, de Jesús su Hijo, ni al sufrimiento de tantos hijos suyos (en su Hijo) ... las tres personas distintas, Padre Hijo y Espíritu Santo tienen una misma naturaleza divina... en ellos consiste el ser de Dios, ... Principio racional y a la vez Principio amoroso.

El amor, el bien, la verdad, la belleza y toda perfección tienen en Dios su principio y son en Él esencialmente inmutables, sin embargo por ese infinito amor, Dios sale de sí, creando el mundo y al hombre a su imagen y semejanza, insertándose en su historia a través del "Hijo", se hace mutable, para atraer a la humanidad hacia sí, pues de Él venimos y hacia Él vamos.

Esto me recuerda un verso que, aunque no proviene de un cristiano, sino de un hindú, nos muestra lo anterior con enorme belleza.

Dice:

"Del Amor permanente nacen todos los seres, por el Amor se mueven, hacia el Amor progresan...  y en el Amor entran."

Saludos
« Última Modificación: Enero 28, 2016, 09:01:54 am por Fegapa »