En el capítulo dos, y en “ la miseria del agnosticismo” , se comenta la prueba o la refutación de la existencia de Dios. Richard Dawkins sugiere que esta existencia es una hipótesis científica como cualquier otra, un hecho científico susceptible de averiguar. Al clasificarlo así, parece aludirse, una vez más, al dogma fundamental del cientifismo que reduce toda la existencia al mundo físico, con la ilusión de poder descubrir a Dios como se descubre una ameba o un muón, una proteína o un pulsar, olvidando que ese Dios va a ser alguien vivo y activo , la fuente de la que ha surgido por creación todo lo existente . Examinando el riachuelo o el río que nació en la fuente podremos deducir las propiedades del agua, pero para llegar a la fuente tendremos que remontarlo hasta ella y descubrir que es el origen del agua, pero no es el agua. Respecto a la creencia en Dios, R.D. clasifica a los humanos en siete categorías, desde la uno, firmemente teísta, a la siete, atea al 100%, y él mismo se autoclasifica en la seis, con muy pocas probabilidades (Eureka! , haberlas, haylas) de admitir la existencia de Dios, pero no nulas, lo cual nos proporciona una cierta ventaja de partida. Para problemas difíciles parecidos a éste, las teorías bayesianas de probabilidad p. creadas por Bayes ( por cierto , un clérigo cristiano) articulan un procedimiento de cálculo que, partiendo de una situación conocida y una p. inicial supuesta o calculada, generalmente pequeña, busca pruebas sucesivas que modifican la p. inicial , y la refuerzan o debilitan, hasta alcanzar un valor estable o aceptable. Se ha usado este método en casos complicados, y muy a menudo en los casi desesperados, como son las búsquedas de submarinos perdidos. Las bombas atómicas caídas al mar desde un avión USA en España en Palomares hace años, se buscaron así , y aunque finalmente se hallaron gracias a un pescador que afirmaba, con fundamento, saber dónde habían caído, el método había orientado bien la búsqueda. Yo imagino este proceso como el de aquél que , partiendo de un escaso primer escalón de una larga escalera, atisba el horizonte , busca un pequeño apoyo y consigue subir al segundo escalón, desde el que ya consigue ver más allá, y apoyo tras apoyo, tras muchos pequeños saltos, indicios o pruebas, consigue ir subiendo y atisbando mejor la realidad que trata de descubrir...
Richard D. partiría con su p pequeña, pongamos de 0.1. Se orienta con las pruebas de Santo Tomás, y hasta la del #106 y tal vez, solo tal vez, su p asciende al 0.3. Encuentra que Dios puede ser un ser personal que no se sujeta a la voluntad del experimentador ( siendo solo un humano, me harás un análisis de sangre solo si yo lo acepto, ¿no?), y la p sube al 0.31... quedan los milagros de los procesos de beatificación y canonización, el estudio de los evangelios, las apariciones de la Virgen la lógica personal, las lecturas adecuadas etc , para que su p crezca, y tal vez otras, como la poca santidad de muchos cristianos haría descenderla... pero la importancia del asunto bien merece un esfuerzo de búsqueda de ese tesoro que es la vida eterna ( recordemos la ya famosa apuesta de Pascal).
No obstante, insistiremos, Richard Dawkins debería saber ya que Dios va a ser alguien vivo y activo, cuya disposición a ser encontrado, con o sin Bayes, no es la misma que la de los pasivos submarinos o bombas. Buscamos a Dios porque El nos busca. “Nadie puede venir a Mí si el Padre, que me ha enviado, no le trae, y yo le resucitaré en el último día”, dice Jesús , en Juan 6,44, y entre otros detalles alentadores, también sabemos que, 1 Timoteo 2,4 "Esto es bueno y grato ante Dios nuestro Salvador el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad". Por eso, todo esto de la Estadística es solo un estímulo para su búsqueda o tal vez solo un paño caliente para una herida que necesita antibiótico. Y desde estas páginas, quienes escribimos en ellas, rogamos a Dios que le llame, sí, precisamente a Richard Dawkins y a cuantos por su medio, están siendo alejados de El.