El resumen no está nada mal: léalo usted mismo . Los cristianos leemos el Evangelio para conocer de primera mano el mensaje de Jesús de Nazareth , adorado por unos, reverenciado por otros y que a nadie deja indiferente. Cada uno lee, en principio, los libros y mensajes que considera sagrados en su religión. El mundo islámico tiene un libro sagrado fundamental, el Corán. A diferencia del Evangelio, el Corán no parece solo un libro religioso, sino que se extiende más allá y abarca casi todos los aspectos de la vida del creyente. Es, además, una especie de código civil y penal donde se especifican muchos aspectos de la vida diaria, como las normas que deben regir las relaciones familiares y sociales, la oración diaria, las fiestas, el derecho matrimonial, las normas alimenticias y hasta los castigos por los delitos cometidos. En tanto en cuanto código civil, la influencia del Corán en la vida social de los pueblos en los que predomina es tan potente, que los marca con un carácter propio y distintivo que permite reconocerlos de inmediato. Mientras en el cristianismo hay una diferenciación entre la actividad religiosa y la civil , resumida en la frase de Jesús "Pagad , pues, a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios" Mateo 22,21, en el islam casi todo está regulado por las normas coránicas y de la mañana a la noche, en casa y en la calle, hay casi siempre una norma que seguir y una oración que practicar. Aparte de eso, en el Corán hay también una serie de advertencias, exhortaciones y hasta mandatos en los que se insta a los fieles a la propagación de su fe, incluso, y esto es muy importante, por medios que hoy en día consideraríamos resumidos en nuestra frase coloquial "por las buenas o por las malas".
Por este motivo, creo que es recomendable conocer este libro, para entender cómo su lectura al pie de la letra y su aplicación estricta puede llevar a algunos o a muchos al fundamentalismo y la radicalidad . En el mundo occidental parece o puede haber un gran desconocimiento de estos importantes detalles, incluso por parte de quienes gobiernan, y ese desconocimiento puede ser un grave escollo para acertar con las políticas adecuadas en estos momentos de zozobra y crisis general. Así que, resumiendo, en efecto, mejor léalo usted mismo.