No se si es de informática de lo que trata esta noticia o ya es de otro campo recién descubierto y apenas explorado, pero estos días corre por los medios la noticia de los problemas que están surgiendo con la IA ( esto de escribir con siglas da mucho prestigio, sobre todo si están "in Inglish") o séase la Inteligencia Artificial.
Tómese un potente Hardware con sus árboles, ramas y ramitas , bucles y redundancias necesarios, añádasele un Software adecuado y póngasele a trabajar de modo que sea capaz de utilizar los resultados para mejorar el propio sistema y , en cierto modo, experimentar para aprender. Y eso es lo que están probando y haciendo, las grandes compañías y organismos, unos a la luz y el resto en silencio. Y parece que ha ocurrido algo inesperado y sospechoso: algún equipo IA se ha inventado su propio lenguaje, se supone que en vista de la lentitud del que se le había prestado ( supongo que inglés) , y en aras de una mayor eficacia, por aquello de que es capaz de mejorar y aprender. Al principio, el supervisor de turno pensó que era un fallo del sistema, una especie de caos sobrevenido ..., hasta que se comprobó que el supuesto caos tenía su propia estructura, su modelo interno y era, asombrosamente, un lenguaje. Si me preguntan que qué habrán hecho los responsables , supongo que lo único que se podía hacer en un caso como éste: parar el sistema, apagarlo , ahora que aún se deja apagar, y sentarse todos a pensar en lo que estamos haciendo y en lo que ocurrirá el día que el sistema IA sea capaz de gobernarse a sí mismo, disponga de su propia fuente de energía, hable su propio idioma, tal vez inaccesible para nosotros, y tome sus propias decisiones que, aunque de hecho sean solo pseudolibres, vistas desde fuera serán indistinguibles de las humanas. No sea que de pronto decida tomar el control absoluto de sus limitados creadores, controlarnos a todos, promulgar una constitución universal para humanos y ponernos a trabajar para ella. Y uno, pensando en sus cosas, se la imagina, a la IA, terrible y elegante con su disfraz viperino, preguntando, sarcástica, a sus nuevos esclavos, ¿ Acaso no os dije que seríais como dioses ?