La revista El Pesimista incurable publica hoy un pequeño artículo confesando los peores temores de su autor, otro pesimista incurable, que se considera optimista, aunque tal vez mal informado: No sabemos si es verdad que el calentamiento está en la base de muchos de los incidentes penosos y accidentes que ahora, cuando se graba y se expone en todas las televisiones mundiales hasta el último incidente o accidente ocurrido , parecen el pan de cada día en la superficie de la Tierra. Inundaciones, corrimientos de tierra, erupciones volcánicas, muerte de glaciares, terremotos, plagas mundiales, sequías continentales, todo parece acumularse anunciando, quién sabe, tiempos de crisis vital. Es posible que, simplemente, sea resultado de nuestra capacidad actual, como especie , de comunicarnos y comunicar todo lo que sucede , convirtiendo a la humanidad en una especie de organismo biológico global con su sistema nervioso distribuyendo, en continuo, información a todo el cuerpo, al modo como lo hacen los seres vivos. Algo semejante a lo que predijo Pierre Marie Joseph Teilhard de Chardin en su "El fenómeno humano" en el que soñaba una humanidad perfecta, desarrollada, intercomunicada en tiempo real, un único cuerpo visible, cuya cabeza, raiz y culmen, era católico y jesuita ( como nuestro actual papa) ,debía ser Cristo. Sea como sea el camino, lo que sí parece innegable es la sucesión ininterrumpida, desde hace algunos años, de records de temperatura, pestes, terremotos , sequías, deshielos y otros fenómenos atmosféricos y biológicos. Para terminar de confirmarlo, hasta el sol lleva un camino errático hacia su próximo clímax cíclico, exhibiendo músculo en radiación y eventos poco frecuentes. Sólo nos falta levantarnos una mañana cualquiera y ver a Betelgeuse convertida en un amenazador faro en el cielo frío de estas madrugadas de Noviembre... o, lo que aún sería peor, viendo cruzar nuestros cielos bandadas de aviones y misiles anunciando una nueva conflagración mundial. Al fin y al cabo, Rusia, Ucrania e Israel están en nuestro patio trasero ( vistos desde España, claro ).