Casi todo el mundo conoce la estrella Vega, alfa de La Lira, una hermosa estrella azul que brilla esplendorosa en nuestros cielos veraniegos, la tercera en brillo en el hemisferio norte, por detrás de Sirio y Arcturo, dos masas solares, 15.000 ºK, girando rápida y un tanto abombada cada 12.5 horas, a unos veinticinco años luz de nuestro sol. Y una jovencita de 455 millones de años, a la que los expertos, vista la familia estelar a la que pertenece, gigantes azules, le conceden una vida corta, muy corta, comparada con la que se le concede al sol, mil millones contra cinco mil millones. Pues bien, ahora que el James Web permite acercarnos mucho más a los secretos del universo próximo, nuestros astrónomos han echado un vistazo al disco de gas y polvo que se supone acompaña a las estrellas de reciente formación. En ese disco suelen verse los surcos que acompañan la órbita de los planetesimales, planetas en formación. Rara avis, Vega tiene un hermoso disco uniforme, suave y bien definido, pero ni rastro de tales surcos . No se sabe por qué pero parece una excepción a la norma general, el J.Web lo ha fotografiado y no admite muchas dudas. Una información nueva y nuevas preguntas, así es la historia de la ciencia. Según Vega, no todas las estrellas forman o tienen planetas, y tal vez no haya tantos como presumimos, pero por ahora solo son preguntas.